la energía fluye a través de aquellos infinitos chapuzones de lenguas.
yo que atravesé los ríos para dar el más exquisito de mojado beso.
yo que supe conseguir llegar a la montaña sin que las furias detuvieran mis manos.
es otro instante esta tarde de insipiente lluvia para nivelar lo que no quiero.
medirme ¿para qué?, si lo que no se dice, se lo comen los gusanos.
esperar en otra sombra ¿para qué? no me quema el sol si ya ardo solo al verte.
pero esquivás mi mirada al perderte en otro paisaje de pasarelas hambrientas.
pero ya no sé si elegís la pose del palomo cuando ya sabés que las migas se la llevan los gorriones.
vuelvo a quebrar, pero esta boca tiene jugo que espera el mar.
Foto by Walter Brizuela
Poema by Diego TL
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